Todo el mundo está en otro lugar



Todo el mundo está en otro lugar
Antonio Orihuela
Ediciones Baile del Sol, 2011


El también poeta, ensayista y articulista Antonio Orihuela (Huelva, 1962) reconoce escribir desde hace cuatro años "con la idea de la agitación de una sociedad somnolienta". "Yo no diría que escribo desde la ira, sino desde la estupefacción y el asombro de ver cómo unos derechos que costó conseguir tras tantos años y tanto sufrimiento, de la noche a la mañana son borrados. Antes del 15 de mayo vivíamos en una esclerosis social", cuenta, y se alegra de que este movimiento tuviera la suerte de encontrarse en la calle con la publicación de su último libro, Todo el mundo está en otro lugar, en la editorial Baile del Sol. Orihuela describe, proféticamente, sobre células pequeñas, resistentes, asamblearias, que intentan "romper el silencio / reconocer al otro / constituirse / movilizarse". "No creo en una poética del compromiso, porque comprometidos estamos todos. La mayoría con la ideología reinante. Hay más compromiso en los trabajadores de Intereconomía y Telemadrid que en otro lado", explica Orihuela. Cree que el poder de la poesía está minusvalorado. En el epílogo de su poemario recoge las palabras de Riechmann ante el hecho de que en Guantánamo los poemas son secuestrados. "La poesía representa un riesgo especial", justifica una orden de los servicios de espionaje estadounidenses de junio de 2006. "Los poetas descreen de los poderes de la poesía; el Pentágono no lo hace", escribe Riechmann. Antonio Orihuela destaca el ataque contra el Estado del bienestar y la falta de rebelión que se ha vivido hasta el momento. Dibuja a los ciudadanos como los productos de un proyecto individualista y solitario, transformados en zombis incapaces de relacionarse con los demás. Un zombi en su mundo incapaz de sublevarse. "La poesía es un antídoto contra el espanto, contra la imbecilidad en la que quieren sepultarnos. La palabra es lo primero de lo que nos despojan, de ahí la importancia de lo que ocurre en las plazas".
Entrevista de PEIO H. RIAÑO/Público



DALES AMOR Y PUÑETAZOS, TV

Tú ya sabes que eres
el lugar donde trascurre su vivir,
su sumisión y sus pocas ganas de protesta,
así que dales un tiro allí,
bárrelos con la escoba si se caen de un andamio aquí,
y al resto déjalos sueltos por la jaula para que canten
y discutan de fútbol,
y triplica los espacios y tiempos de la publicidad
porque nadie como ella
extiende la verdadera utopía del capitalismo,
y multiplica por ocho
el tiempo de la sección de deportes,
y duplica
los concursos donde haya que cantar la ovejita lucera,
bailar con un zombi extraído de la programación de 1980
o recordar el primer apellido de soltera de la mujer del príncipe.

Mejor más películas de acción para que parezca que está pasando algo.

Mejor dales drogas, terrorismo y religión
y nadie se reirá cuando hables de la ley y el orden.