El delirio coherente



El delirio coherente
Maximiliano Borovicka
Milena Caserola, 2009


Leer a Maxi es abiri una ventana a la naturaleza y dejarla aierta, es travesar un túnel de cielo y abrir un paraguas para que llueva, es divertirse con amigos como guitarras, ciencia, amor. Pasear por las palabras que él mismo elije elegir y acomodar, es pisar el pasto descalzo, es tirarse a una pileta de agua fresca, donde en el fondo hay una torta de manzanas, un helado y una sonrisa. Leer, y en este caso, leer a Maxi es compartir, tomar prestado unos ojos de mate y yuyo , es abrirse a un mundo como mar que juega con la orilla, es probarse un abrazo, pasarlo y que vuelva. Cuidado ahí viene el sol y va a querer encandilarte. Tranquilo, decile que sólo te tueste los cachetes.
Ale Raymond