Pariremos con placer





Pariremos con placer
Casilda Rodrigañes Bustos
Hasta que llegue el silencio (Argentina, 2010)


Tender la urdimbre
Casilda R. Bustos


He intentado explicar por qué el parto es una cuestión de Poder. Parir con dolor no es una cuestión médica, ni una cuestión de la salud de nuestros cuerpos individuales. Recuperar el potencial sexual femenino y revitalizar nuestros úteros es una revolución social contra 5 milenios de cultura patriarcal, porque la sociedad patriarcal no puede funcionar con cuerpos de mujeres que secreten líbido materna. El malestar de nuestra cultura se debe a todo lo que desencadena la robotización de la función materna, al desquiciamiento de la sexualidad, las relaciones patológicas y el desierto afectivo que este desquiciamiento produce. Lo malo del chupete, por ejemplo, no es que el pezón sea de plástico, lo peor es el cuerpo que falta detrás del chupete. Lo peor es la orfandad, la falta de calidez. Este mundo es inhóspito, porque han matado a la madre y todos y todas somos huérfan@s, y por eso no nos podemos reconocer como herman@s. La verdadera fraternidad es la que sale de los cuerpos físicos. No debe extrañarnos que la lucha contra los hábitos y costumbres de la maternidad patriarcal encuentre tanta dificultad. Creo que para ir abriendo camino hay que poner en marcha la ayuda mutua práctica y cotidiana entre las mujeres; así como un nuevo tipo de relación entre hombres y mujeres que recupere el espacio y el tiempo de la verdadera maternidad. Pues nuestros cuerpos vivos sólo necesitan un poco de conciencia para desatar toda su potencia sexual, un caudal infinito latente de energía y pasión por el bienestar de los demás. Sabemos que es destino de todos los cuerpos, femeninos y masculinos, hacerse regazo y no coraza. Además están ahí nuestros hijos e hijas, nuestras criaturas, reclamando su derecho a tener madre, a nacer gozosamente y a encontrar un mundo donde vivir con calidez y armonía. Hay que recuperar la transmisión por vía oral de la verdadera sabiduría de lo que es bueno y de lo que es malo; esta es una vía que es mucho más difícil de controlar y manipular para cambiar el significado de las cosas. Hay que correr la voz. Acabar con el acceso prohibido a la ciencia del bien y del mal. Acabar con el Hades y todo lo que allí ocultaron. Las mujeres tenemos que contarnos muchas cosas. De mujer a mujer, de mujer a niña, de madre a hija, de vientre a vientre. Porque lo que se plantea no es una preparación al parto distinta, que comenzase con cada gestación. Es la recuperación de una sexualidad que debe impregnar todas nuestras vidas y las de nuestras hijas, desde pequeñas. Para parir con placer, hemos de empezar por explicar a nuestras hijas que tienen útero, que cuando se llenan de emoción y de amor, palpita con placer; recuperar las verdaderas danzas del vientre, para que cuando lleguen a la adolescencia no tengan reglas dolorosas, sino que se sientan en ese estado especial de bienestar similar al de la gravidez. Hemos de quemar la literatura del tipo del recientemente aparecido que afirma que la menstruación es una enfermedad y que hay que eliminarla tomando píldoras ininterrumpidamente. Hemos de re-conquistar nuestros cuerpos y re-aprender a mecer nuestro útero; sentir su latido y acompasarlo con todo nuestro cuerpo. Que la exuberancia de nuestra plena sexualidad acabe con las contracciones dolorosas y sólo haya el movimiento palpitante de nuestros músculos relajados y vivos. También tenemos que pedir a los hombres que no duden, como Arturo, y que no se quiten las serpientes de las muñecas, ni quiten el dragón de los estandartes. Hay que dejarse de rivalidades. Ni envidia del pene ni envidia del útero. La envidia es el correlato de la jerarquía. En la vida no hay jerarquía, hay fenómenos y funciones diversas. Ni el corazón tiene envidia del hígado, ni el sistema circulatorio es superior al digestivo, por decir algún ejemplo. La diversidad tienen que funcionar para que haya armonía, que no es ningún estado místico, sino la sensación de bienestar que produce la vida autorregulada. Para restablecer la armonía entre los sexos tiene que haber sexo femenino; para que haya encaje armónico entre la urdimbre y la trama, hay que tender primero la urdimbre. Hay que recuperar la maternidad, el espacio y el tiempo de la simbiosis primaria.





Curiosidad y azar - versos de trashumante-



Curiosidad y azar
Ariel Prat
Ed: Milena Caserola- Buenos Aires, 2012


Un adelanto del Prólogo
La Historia Sentimental Argentina, su manual, método y desarrollo tienen en Ariel Prat a uno de sus tambores. En batalla, che, la tropa va al frente pero siguiendo a los tambores; el ritmo de los parches le marca el rumbo al resto. Ahí anda el Negro, siempre negro y felizmente bailarín resentido.
Juglar, trashumante. Ciruja, cebollita, carrito parlante por las calles del alma más alma. Sabandija, dicen en el tablón de los borrachos los barras más barras y entrañables. Resumiendo, una mezcla de negro más negro y el negro más negro, el negro por negro, a veces da blanco, blanco como el olor inolvidable de los tilos iluminados de La Plata cantando de levita negra, por supuesto, y para toda la muchachada; porque no solamente Ariel canta para toda la muchachada, también la sabe hacer bailar… ¿84, 85?, plena siomería cultural, emporio del pensamiento pulgar, apogeo de lo exótico y nuestro Ariel envenenado, de vena nomás, fue preparando el pire ¿O fue después? Más o menos, da menos.

Sushi y distintos Palermos crecían por entonces en “mi Buenos Aires queridooo”.
Prat es de Villa Soldati, bien criado en Villa Urquiza y a comienzos del milenio, nada menos, entró a ir y venir de Europa, hasta que frenó en el Teruel español de los amantes, en España; curiosa madre patria. Frenar es en este prólogo -porque esto es un prólogo, che- una manera de decir, porqué en España el Negro siguió siendo negro batiendo el parche y haciéndole el aguante a tanto trasplante. Rima.
Claro que el Negro canta, todos lo saben, y que también escribe. Claro y obvio también es que el susodicho escribe como canta y canta como escribe. Con toda la voz, con todo el sentimiento y la elegancia que le vino. Un don, sin duda. Canta con premeditación y alevosía y levanta el trapo en cualquier territorio; hablando de batallas, vanguardias y tambores. Pero esto es un libro, nada más que un libro; el primero del Negro Prat. Un libro libre y claro.
Atado a si mismo, cuidadoso en la forma, imperturbable en el fondo, rolinga de ultramar en el modo de andar viendo el dolor y relatarlo. Confiesa en el poema “Terminillo”: “En algún portal/ De Terminillo, / Rincón tan luminoso. /Cualquier casa/Es mi casa,/ Y soy tranquilo,/El pibe sabedor”. Antes y después dice más cosas para temblar o entender por un buen rato, pero hasta aquí está bien.
Muchachada de a bordo, pasen y lean. A mí, el que suscribe, leerlo de una me hizo llorar y emocionar de verso en verso, pero a mí, como al Negro, me gustan los versos; con el agravante de mi parte de quererlo tanto, al Negro, claro. Sepa usted disculparlo.

Pancho Muñoz.
Buenos Aires, catorce del uno del doce.




Rompecabezas de la cuidad perdida de Esteco



Rompecabezas de la cuidad perdida de Esteco
Juan Pablo González
Edición de Autor- Buenos Aires, 2005



Este rompecabezas está inmerso en el folklore popular y la mitología originaria del noroeste argento, echando raíces en la Away Yala –Nuestra América Profunda- y conformando una “novela histórica” que a la vez “Restituye la leyenda de la “ciudad de Esteco” desde la crónica como imaginación-documento y memoria -“informe” trágico y delirado / impuesto / verdadero… manuscrito como khipus, nudo a nudo, y como colagge…La leyenda pasa a ser “verdadera”, a vivir su realidad… carácter de “crónica revelada” e iluminada… Lo Re-ligioso por origen buscar el origen de que? De todos, en el paisaje, en el gran santuario… Lo epopéyico como leyenda, como crónica re-creada, como texto donde lo sagrado se da”. 

Eduardo Vazquez





Ciberespacio y resistencias



Ciberespacio y resistencias
Exploración en la cultura digital
Silvia Lago Martínez (compiladora)
Hekht Libros (Buenos Aires 2012)


Por Darío Semino

Estructurado en dos partes, Potencias de lo común y Territorios en disputa, este libro funciona como una excelente introducción para conocer tanto la historia de los movimientos de software libre y copyleft como las ramificaciones y vinculaciones de los mismos con una diversidad de prácticas culturales en nuestro país. Junto con los trabajos de investigadores jóvenes el libro incluye los textos sobre la propiedad intelectual de Richard Stallman y el manifiesto puntoComunista de Eben Moglen, ambos de amplia difusión en internet, y que permiten enmarcar las prácticas referidas en los otros artículos dentro un movimiento heterogéneo y transformador. A diferencia de lo que muchas veces ocurre con las publicaciones académicas, las cuales se conforman con reunir una serie de artículos sobre determinado tema sin preocuparse demasiado por el funcionamiento de toda la obra, “Ciberespacios y resistencias” se deja leer en su totalidad sin caer en reiteraciones ni desviarse del tema tratado. En sus páginas se reflejan las transformaciones y nuevos horizontes que las tecnologías de la comunicación abren en los campos de la música, el cine militante, el mercado editorial, la educación y la construcción misma de las identidades tanto individuales como colectivas. Es un buen libro para leer con la computadora al lado, hurgando en los diversos links que se citan y conociendo a partir de ellos una gran cantidad de experiencias, grupos de trabajo, ideas y perspectivas que comparten un mismo hilo conductor.
Dada la gran cantidad de artículos y autores sería tedioso realizar un resumen de cada uno de ellos. Todos aportan información valiosa en su tema. En particular me resultó sumamente interesante “Educación Libre y abierta”, de Franco Iacomella y Ana Marotias, sobre los proyectos educativos abiertos que rivalizan con el negocio editorial de los manuales escolares y las publicaciones científicas. Sin embargo me parece más interesante concentrarme en “Política de los afectos”, el último artículo, a cargo de Natalia Ortiz Maldonado y Marilina “Marol” Winik. La elección nos es casual. Hasta donde sé, este es el primer trabajo académico que aborda, a partir de la vinculación con el copyleft, el fenómeno social y cultural que es la FLIA, Feria del Libro Independiente. Por otra parte, el artículo puede leerse como un fragmento autónomo que refleja el todo de la obra, dado que está estructurado en base a una primera parte histórica, que cuenta los orígenes del copyleft a partir del trabajo de los investigadores en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, una continuación en la cual aparece la historia de la FLIA y una conclusión en la que se realiza un análisis crítico de las licencias Creative Commons.
Nacida como parte del efecto post-2001, la FLIA es un acontecimiento del que participan distintos tipos de subjetividades que se vinculan en un lugar y tiempo determinados. No hay FLIA más allá del momento en el que la feria acontece pero sí hay una gran cantidad de lazos y proyectos que se potencian a partir de la misma. Según las autoras: “La feria es un tumulto permanente en las antípodas del deseo neoliberal de una espacialidad fluida y transparente” (Pag. 204). En ese contexto novedoso el copyleft encontró un terreno fértil para ramificarse en diversas prácticas y reflexiones críticas en torno a la propiedad intelectual, generando inclusive una suerte de género literario en los textos que parodian los párrafos de la licencia copyright, como ocurre en los libros de la no editorial Milena Caserola.
Para finalizar, este artículo tiene una característica que es común al resto de la obra, esta es la doble participación de los autores y autoras tanto en la construcción del discurso académico como en muchas de las experiencias analizadas. No se trata de un libro neutral, escrito por sociólogos que analizan un fenómeno ajeno mediante teorías y herramientas metodológicas supuestamente objetivas, sino de una obra que en cierta medida participa de la realidad que refleja, ganando así una comprensión más íntima de los fenómenos sin perder por ello el rigor crítico ni la solidez conceptual. Esa interacción de práctica y teoría constituye la mayor riqueza de todo el libro.


¿Ha dicho «propiedad intelectual»?. Sólo es un espejismo seductor
Por Richard Stallman

Se ha puesto de moda meter en la misma bolsa a los derechos de autor, las patentes y las marcas (tres entidades independientes y diferentes que implican tres marcos legales separados y diferentes) y , añadiendo una docena de leyes, llamarlo «propiedad intelectual». Esta expresión confusa y engañosa no ha surgido por casualidad. La han promovido empresas que se benefician de la confusión que provoca. La mejor manera de aclarar esta confusión es rechazando totalmente dicha expresión.
Según el profesor Mark Lemley, ahora de la Facultad de Derecho de Stanford, el uso generalizado del término «propiedad intelectual» es una moda que comenzó en 1967 con la fundación de la Organización Mundial de la «Propiedad Intelectual» (o OMPI por sus siglas) , y sólo se ha vuelto verdaderamente común en los últimos años (La OMPI es formalmente una organización de la ONU, pero de hecho representa los intereses de los titulares de derechos de autor, patentes y marcas). Su amplia utilización data desde alrededor del 1900.
En esta expresión subyace un prejuicio malicioso que no es difícil de ver: sugiere que pensemos en los derechos de autor, las patentes y las marcas por analogía con los derechos de propiedad sobre los objetos físicos (esta analogía está reñida con la filosofía de la legislación de los derechos de autor, de las patentes y de las marcas, pero sólo los especialistas lo saben). De hecho, estas leyes no se parecen mucho a la legislación de la propiedad de los objetos físicos, pero el uso de esta expresión induce a los legisladores a cambiarlas para que sean más parecidas a esta última. Como este es el cambio que quieren las compañías que controlan los derechos de autor, las patentes y las marcas, la expresión «propiedad intelectual» les viene muy bien.
Este prejuicio malintencionado es un motivo suficiente para rechazar la expresión, y muchos me han pedido que proponga algún otro nombre para esta categoría, o han propuesto sus propias alternativas (algunas humorísticas). Tales sugerencias incluyen IMP (Imposed Monopoly Privileges) y GOLEM (Government-Originated Legally Enforced Monopolies). Algunos hablan de «regímenes de derechos exclusivos», pero refiriéndose a las restricciones como «derecho» también con un doble sentido.
Algunos de estos nombres alternativos serían más adecuados, pero es un error sustituir «propiedad intelectual» por cualquier otra expresión. Un nombre diferente no se ocuparía del problema principal de la expresión: la generalización excesiva. No existe esa cosa unificada que se llama «propiedad intelectual», es un espejismo. El único motivo por el que la gente cree que tiene sentido como una categoría coherente es porque así lo da a entender su uso generalizado.
El término «propiedad intelectual» es a lo sumo un cajón de sastre donde se meten leyes dispares. Los profanos que oyen cómo se aplica una sola expresión a estas legislaciones diferentes tienden a asumir que están basadas en un principio común, y que funcionan de forma parecida.
Nada más lejos de la realidad. Estas leyes se originaron de forma separada, se desarrollaron de diferente forma , regulan diferentes actividades, tienen diferentes normas y suscitan diferentes cuestiones políticas.
La legislación sobre los derechos de autor fue diseñada para promover a la autoría y el arte, y se aplica a los detalles de la expresión de una obra. La legislación sobre las patentes iba dirigida a animar a la publicación de ideas útiles, al precio de ceder un monopolio temporal sobre ella, un precio que puede merecer la pena pagar en unos campos y no en otros.
La legislación sobre marcas, en cambio, no estaba destinada a promover ninguna actividad en particular, solo intentaba permitir a los compradores saber qué estaban comprando. Sin embargo, los legisladores bajo la influencia de la «propiedad intelectual» la han convertido en un ardid que proporciona incentivos para la publicidad.
Dado que estas leyes se desarrollaron de manera independiente, son muy diferentes tanto en todos sus detalles como en sus métodos y sus objetivos básicos. Así pues, si aprende algo sobre la legislación de los derecho de autor, lo mejor será que asuma que es diferente de la ley de patentes. ¡Seguramente no se equivocará!.
La gente suele decir «propiedad intelectual» cuando en realidad se refiere a otra categoría, más grande o más pequeña. Por ejemplo, a menudo los países ricos imponen leyes injustas a los países pobres para sacarles el dinero. Algunas son leyes de «propiedad intelectual» y otras no; sin embargo, los críticos de esta práctica a menudo se agarran a esta etiqueta porque les resulta familiar. Usándola tergiversan la naturaleza de la cuestión. Sería mejor usar una expresión más precisa, como «colonización legislativa», que apunta al corazón de la cuestión.
Los profanos no son los únicos confundidos por esta expresión. Incluso profesores de derecho que enseñan estas leyes son seducidos y confundidos por el atractivo de la expresión «propiedad intelectual», y hacen afirmaciones generales que contradicen hechos que conocen. Por ejemplo, un profesor escribió en el 2006:
Al contrario que sus descendientes, que ahora hacen contactos en la OMPI, los padres de la Constitución de EE.UU. tenían una actitud basada en principios y procompetitiva hacia la propiedad intelectual. Sabían que los derechos podían ser necesarios, pero... le ataron las manos al congreso, restringiendo su poder de muchas formas.
Esta cita se refiere al artículo 1, octava sección, cláusula 8 de la Constitución de los EE.UU., que autoriza las leyes de derechos de autor y las de patentes. Esta cláusula, sin embargo, no tiene nada que ver con las leyes de marcas. La expresión «propiedad intelectual» llevó a este profesor a una generalización falsa.
La expresión “propiedad intelectual” también conduce a un pensamiento simplista. Lleva a la gente a centrarse en la exigua parte común en la forma de estas leyes dispares, que crean privilegios especiales para ciertas partes, y a ignorar su esencia: las restricciones específicas que cada ley impone al público y las consecuencias que de ellas resultan. Centrarse de manera tan simplista en la forma favorece un enfoque “económico” de todas estas cuestiones.
La economía funciona aquí, como otras muchas veces, como un vehículo para suposiciones no comprobadas. Estas incluyen suposiciones sobre valores, como que la cantidad de producción es importante pero la libertad y el modo de vida no, y dar por sentado hechos que son falsos la mayoría de las veces, como que los derechos de autor en la música ayudan a los músicos o que las patentes farmacéuticas ayudan a la investigación para salvar vidas.
Otro problema es que, a la escala tan amplia que está implícita con el término “propiedad intelectual”, las cuestiones concretas planteadas por las diversas legislaciones se vuelven casi invisibles. Estas cuestiones surgen de las particularidades de cada legislación, precisamente lo que la expresión “propiedad intelectual” induce a la gente a ignorar. Por ejemplo, una cuestión relacionada con la legislación de los derechos de autor es si debe permitirse el intercambio para compartir música, pero la legislación de patentes no tiene nada que ver con esto. La ley de patentes suscita cuestiones como la de si se debe permitir a los países pobres producir medicinas para enfermedades mortales y venderlas a bajo precio para salvar vidas, pero la legislación de los derechos de autor no tiene nada que ver con esto.
Ninguna de estas cuestiones es solo de naturaleza económica, y sus aspectos no económicos son muy diferentes. Si se analizan estas cuestiones desde el punto de vista económico, superficial y excesivamente generalizado, no podrán apreciarse las diferencias. Si incluye ambas legislaciones en el bolsa de la “propiedad intelectual” verá que eso obstruye su capacidad para pensar claramente sobre cada una.
Así pues, cualquier opinión sobre “la cuestión de la propiedad intelectual” y cualquier generalización sobre esta supuesta categoría son casi seguro estúpidas. Si cree que todas estas legislaciones se refieren a la misma cuestión, tenderá a elegir sus opiniones entre una selección de amplias generalizaciones, ninguna de las cuales es buena.
Si quiere pensar con claridad sobre las cuestiones suscitadas por las patentes, el copyright o las marcas comerciales, el primer paso es olvidar la idea de agruparlas, debe tratarlas como asuntos separados. El segundo paso es rechazar el punto de vista estrecho y el panorama simplista que sugiere la expresión “propiedad intelectual”. Considere estas cuestiones separadamente, amplíe sus puntos de vista, y tendrá la oportunidad de considerarlas correctamente.
Y en lo que se refiere a la reforma de la OMPI existe una propuesta para cambiar su nombre y esencia 
  


Manifiesto errorista



Internacional Errorista
El Asunto (Buenos Aires, 2009)

 
El sistema capitalista ha sido y es el más difundido “acierto” disfrazado del más grande “error”.
  • Hoy día el sistema manipula y organiza los “aciertos” de la gente del común llamándolos “errores”. Para su propio beneficio disfraza sistemáticamente sus propios ”errores“ de “aciertos” y nuestros “aciertos” de “errores”.
  • Errar es de humanos
  • Nosotros tenemos conciencia de los errores como consecuencia del capitalismo.
  • ¡Imposible controlarlo, el error estará presente!
  • Algunos de los más positivos errores de la historia: 
  • Pensar que la tierra era redonda.
  • Fleming descubrió la penicilina por error.
  • Hoffman descubrió el acido lisérgico (LSD) por error.
  • Somos conscientes de lo positivo del errar y desde allí actuamos, vivimos.
  • Responsables de las academias de las lenguas del mundo, de nuestra mayor consideración queremos informarles:
  • Un nuevo término, una nueva “palabra-acción”, irrumpe en los diccionarios, nace en las grandes enciclopedias e invade los buscadores de internet: errorismo
  • Errorismo: práctica o filosofía que fundamenta sus acciones en el error.
  • Erroristas: multitudes, sujetos o grupos que practican el errorismo.
  • Política = Vida
  • Leemos lo que no debemos. Tocamos lo que no podemos. Hacemos lo que queremos.
  • El errorismo es re-evolucionario. Sus prácticas re-evolucionan en busca de la autonomía y la autosuficiencia social.
  • La Internacional Errorista asume la lucha contra toda forma de control o dominación cultural, social, sexual, racial, espiritual, política o económica.
  • ¡Únase a las filas de la Internacional Errorista para la liberación mundial del error!
  • La vida es bostezo, abrazo o estornudo. ¡Usted decide!
  • Tiempo Errorista: ahora.
  • …mire su reloj ¿no tiene? …entonces usted es ¡¡¡errorista!!!
  • Espacio Errorista: aquí = (t)erritorio
  • Sin fronteras ni límites.
  • Los erroristas también somos científicos. Realizamos experimentos con nuestras vidas y, sobre todo, con la sociedad. Somos empíricos, fanáticos y si no damos con el resultado esperado ¡mejor!
  • Pero si hay error, puede explotar… entonces: ¡que explote!
  • A los erroristas nos aburre tener siempre la razón.
  • Prueba y error: jamás dejaremos de equivocarnos.
  • En la llamada “Guerra global contra el (t)errorismo” todo vale: arrasar viviendas, cultos religiosos, torturar y humillar.
  • El concepto de “(t)errorismo” construye una identidad y un estereotipo: el “enemigo (t)errorista”; que da visibilidad al derecho de ser “sospechoso de todo”.
  • Semana a semana los medios de comunicación masiva identifican un nuevo “territorio de guerra”, un nuevo sujeto potencialmente “peligroso”.
  • Todos nos vemos confinados a vivir en un mundo en estado de alerta y paranoia.
    ¡Oh!
  • ¿Y así criminalizar, de manera generalizada, a las sociedades no occidentales, a los opositores al sistema-régimen, los pobres, los inmigrantes y los diferentes?
  • Pero entonces… criminalizar el terror diseminado en el imaginario colectivo por los medios de comunicación y la nueva figura del “(t)errorismo” utilizada como justificación de la guerra, el genocidio y la represión contra los pueblos… ¿es un error?
  • El errorismo nació por error: en tiempos de censura nos vemos sometidos a forzar el lenguaje, llevar las metáfora a su punto máximo, decir sin nombrar.
  • Debemos devolverle al sistema un poco de su propia medicina: ¡¡error y más error!!
  • Ejercicio errorista: un error inicial
  • 1. Junte toda su disposición para errar.
  • 2. Tome su arma redacto-punzante más cercana.
  • 3. Ubique la mano con la que escribe: no la use, erre, use la otra.
  • 4. Escriba “el mundo al revés” al revés.
  • 5. Si siente en su cabeza un debate entre el acierto y el error, use la respiración como fuente de inspiración.



El Otro Marx



El Otro Marx
Oscar del Barco
Ed: Milena Caserola (Argentina, 2008)

¿Por qué reeditar un libro prácticamente desconocido sobre Karl Marx? ¿Por qué hacerlo cuando el propio autor del mismo —tres décadas atrás— sentenció que “el marxismo ha muerto”?El Otro Marx no es un Marx alternativo. No se trata de recordar o volver a Marx, tampoco de olvidarlo. Ni siquiera proponer otra imagen reconstituida de un pensamiento sólido y sin fisuras. La lectura que hace Oscar del Barco de los escritos de Marx es una lectura vital, un recorrido por problemas que hacen a la vida, al pensamiento, a la poesía y a las emociones. Esa lectura bucea en los impasses impensados de las teorías de Marx, como así también en los postulados o reflexiones menos atendidos por la crítica marxista o académica pero no por ello menos importantes, cruciales, que claman por seguir siendo pensados, investigados e indagados.
El Otro Marx es lo otro de Marx. No sólo como podría pensarse el pensamiento de Nietzsche, de Freud y de Heidegger sino, principalmente, el mundo múltiple y misterioso…


Acordes menores para Marion Cotillard



Acordes menores para Marion Cotillard
Gonzalo Unamuno
Ed: Milena Caserola- Buenos Aires, 2011



“Me gusta lo que pasa acá, eso de ir a buscar un amor de película con lógica de vodevil y relato kafkiano y de igual forma no ir atrás de eso, olvidarlo, dejarlo para otra ocasión o para otra novela. En "Acordes..." el protagonista toca el bajo, y yo veo a la novela más como si fuera un bandoneón: se estira, arma lentamente, escena a escena, la música de un viaje demencial, y al final se arruga de golpe, herida pero feliz”.

 Félix Bruzzone

 

Crónicas desde El Borda




Crónicas desde El Borda
Ramiro Ross
Ed: Milena Caserola- Buenos Aires, 2009

Libertad, igualdad y fraternidad son consignas que perduraron en el tiempo. De las tres, la que no pudieron negarnos es la fraternidad, porque depende de nuestra voluntad ejercerla, estar con los otros, en grupo, hacer realidad lo plural para resistir cualquier tipo de opresión. Y desde ese lugar, fluye modestamente la libertad como fruto del accionar solidario: la libertad de hablar, de reír, de bailar, de sacar hacia fuera lo que somos. La fraternidad también implica poner de manifiesto nuestra vocación por la igualdad, pues no hay fraternidad vertical. La fraternidad es horizontal por definición, dar y recibir, y más recibir que dar, porque ahí está la belleza.
Ramiro Ross no cuenta la experiencia fraternal en el Hospital Borda, un manicomio de varones. Al lado, separado por el muro, está el de mujeres.
Y el vehículo nucleador ha sido la radio, la amada radio que es capaz de superar distancias mágicamente. Una radio que se llamó “Babel”, quizá para demostrar que no hay barreras para el entendimiento humano cuando se está dispuesto a escuchar diversos lenguajes, comprender el significado de los silencios, de los balbuceos, del mensaje de la música, de los dibujos, de las miradas, del abrazo.
Los internos del Borda están allí porque la sociedad necesita que los que no se adaptan al sistema sean recluidos para que los “adaptados” pueden exhibir su cordura que no es otra cosa que domesticación. Si tuvieramos que definir qué es ser “normal” o “cuerdo” estaríamos en un verdadero enredo, porque vemos todos los días cómo las personas “normales” encumbrados en el poder dominan a los otros por medio de la fuerza, la miseria y la muerte.
Los relatos de Ramiro Ross más que leídos se miran, pues sintetizan, en un pantallazo, los dramas humanos: la muerte voluntaria como protesta por la vida negada; el empecinamiento en conservar la vida, entre fantasías y realidades, que componen una identidad singular.
Estos relatos nos muestran el rechazo a la mentira del poder de un colimba que mantiene su sentimiento patriótico; la creación como patrimonio indestructible, aunque al autor del Eternauta le quiebren la cabeza con electroshock; al autor de un crimen que ve sus actos como un espectador; al que sigue reclamando por las preguntas nunca contestadas en la infancia; al hombre que cobra caro la violación de su mujer; a la madre amorosa.
Y ese grupo de visitantes que como María del Carmen Goria actúa también como madre amorosa, son los amigos de los sábados, los compinches para armar el programa de radio, aplaudiendo a los que hacen música, a los que se equivocan al hablar, a los que protestan con vehemencia por el abandono y por los derechos vulnerados… pese a que se encuentran en Babel.
Y logran hacer una formidable denuncia que, como siempre, será escuchada solamente por otros como ellos, que consideran la dignidad de la resistencia como el punto de partida de la organización fraterna, que es lo que más temen los enemigos de la vida.

Mirta Mántaras
Abogada de Derechos Humanos. Periodista.
Autora de “Caso Carrasco: un pacto de silencio” y “Genocidio en Argentina”.


Convocatoria




La Librería Ambulante está disponible a todos los escritores y a todas las pequeñas editoriales independientes que luchan a diario por ser escuchados, difundidos y respetados. Por ellos y por esa necesidad de salir del imperio editorial que sólo ven en los autores la rentabilidad para poder mantener a flote el sistema del negocio de la literatura. La Librería Ambulante propone salir a la calle, conocerse, leerse y escucharse, todo en el mismo ambiente, con la misma libertad y con la seguridad de saber que se pueden hacer las cosas de otra manera!. Os invito a ser parte de este proyecto con sus ediciones, sus libros, sus voces. Estamos en la época de acopio de libros. Si os interesa el proyecto a nosotros nos interesa que participéis. 

Puedes escribir a lalibreriaambulante@gmail.com

Muchas Gracias!
Diego Lebedinsky




Editorial

a Escritores y Editores Independientes!!!
TEMPORADA DE ACOPIO DE LIBROS!!
para que no se llenen de polvo
las pequeñas voces.




consulta o información a lalibreriaambulante@gmail.com

LA CULTURA A LA CALLE
Muchas Gracias